annapurna

es el primer restaurante de comida hindú que me viene a la cabeza. a lo largo de los años, ha ido creciendo el número de restaurantes con este tipo de comida en madrid, pero éste es el que recuerdo yo de casi toda la vida. está muy bien situado en una calle perpendicular a génova y tras su puerta historiada y de lo más hindú, se encuentra un local amplio, y algo recargado, con vistas a un cuidado jardín interior. las preciosas camareras ataviadas con saris escasean y al camarero le lleva un tiempo tomarnos nota -la verdad es que en estas fechas navideñas los restaurantes son un sitio a evitar... hay que ver cómo se ponen-. elegimos el surtido de aperitivos (todo buenísimo) y después pedimos pollo korma y cordero (¡riquísimo!); tanta salsa la tenemos que acompañar con nan (de cebolla y de frutos secos) y arroz basmati. su espcialidad son los tandoori pero no los probamos. la verdad es que este restaurante permanece intacto... desde la carta hasta el aspecto de cada uno de sus platos. es una opción con la que no arriesgas.